Se han recogido 1720 registros del campo de la comida y la bebida peruanas. Obsérvese que se trata solo de un aspecto en cierto modo periférico respecto del gran núcleo de la alimentación y la cocina peruana: no se recogen tanto insumos, procedimientos a modo de recetas ni platos propios del enorme acervo de un país que tiene más de cien microclimas y, por ende, decenas de maneras de entender la cocina y de combinar sus materias originarias de múltiples modos, sino apenas lo que viene a ser la periferia del banquete soñado: las bebidas que anteceden y siguen a os platos de aperitivos, entrantes y platos fuertes con que queda garantizada la satisfacción de nuestro sentido del gusto, de modo que estamos ante una riqueza inmaterial de importantísimo valor cultural y no solo alimenticio.