Aunque la Grecia contemporánea alcanzó su independencia en 1821, no olvidó nunca su ingente tradición, principio y fundamento de toda nuestra cultura occidental. Conservó así el principio de la filosofía, de la literatura, del teatro y de todas las artes en general, desde la arquitectura y la escultura hasta la música. Y es indudable que la literatura griega contemporánea aprovecha y asimila su propia tradición para ampliarla y restablecerla, en una lengua que, a pesar de su evolución inevitable, tiene más de tres mil años de existencia.
Nuestra antología arranca con la figura de Kavafis que, con el paso del tiempo, ha venido a convertirse en una de las figuras poéticas esenciales de la literatura occidental, a la altura de Eliot o Pound, por dos razones esenciales: el olvido de los elementos líricos en beneficio de los narrativos y su propia temática. Le siguió cronológicamente una de las más espléndidas generaciones literarias, la Generación de los años 30, que consiguió dos veces el Premio Nobel, con Seferis y Elytis. Grecia se incorporó así, con pleno derecho, a los movimientos literarios europeos.
La invasión alemana de Grecia, la posterior Guerra Civil y la Dictadura de los Coroneles marcan la existencia de una poesía de resistencia y de rebelión en las primeras generaciones de postguerra hasta llegar a las décadas de los 70 y de los 80, que poseen ya distintas aspiraciones.