Washington Delgado escribió sobre este libro: «Bajo un aire ingenuo y transparente, la poesía de Óscar Coello esconde vetas de profunda sabiduría y tiene sonrientes lluvias rebosantes de ironía y agudeza (…). El procedimiento de Óscar Coello es diferente. En vez de complicar la partida a la manera de los maestros hipermodernos la simplifica al estilo de los clásicos. Busca el camino más expresivo y directo para conducir una carga poética hondamente sentida, una intuición poética pletórica de vida o un pensamiento poético combativo y profundo (…). Los amores soñados, los recuerdos melancólicos, las pequeñas frustraciones cotidianas, las esperanzas cálidas y abiertas aparecen en poemas sucesivos que configuran, además, un ambiente total, un libro orgánico en el que los poemas no son piezas sueltas, sino partes integrantes de una composición armónica (…) la totalidad del libro de Óscar Coello es una persona viva, un poeta vivo y sensible que detrás de cada página de su libro ilumina los versos con terrestre luz humana».